Lautaro es un chico como cualquier otro: simpático, alegre, travieso, inteligente. Y como cualquier otro chico, tiene problemas: el colegio, su maestra (la señorita blanca), las discusiones de sus papás, el amor. Y sobre todo, tiene su propio modo de pensar, o sea, tiene su lógica. Interpretando a la perfección esa lógica infantil, el autor hace que su personaje protagónico haga una interpretación desopilante del mundo que lo rodea. Su familia, sus amigos, la nena que le gusta, sus maestras están presentes en las graciosas aventuras que él mismo narra en los cuentos "La lógica Lautaro", "Y todo por el amarillo", "Lucía mejor", "Perros y brujas", "Siesta ligera", "Lo primero y lo segundo" y "Ese libro me mordió".